El herpes es una infección cutánea de tipo vírico causada por el virus herpes, del cual existen varios serotipos y que afecta cara, boca, labios, (siendo esta última localización la más habitual popularmente conocida por “fiebre o calentura del labio”) así como en zona genital (herpes genital).
Otros serotipos o variantes de este virus son los causantes de otras variantes de esta enfermedad como es el herpes zoster o culebrina y la afectación generalizada conocida como varicela.
HERPES SIMPLE
En este caso, el virus se trasmite por contacto directo con las lesiones dérmicas aunque también puede transmitirse a través de la piel de una persona infectada pero sin lesiones en la piel, ya que una vez pasado el brote agudo y curadas las lesiones dérmicas, el virus suele permanecer en el organismo de forma latente sin dar síntomas hasta un nuevo brote.
La infección inicial del herpes oral suele ocurrir en la infancia. El herpes genital está considerada como enfermedad de transmisión sexual ya que el contagio suele ser por esta vía. La enfermedad puede manifestarse mucho tiempo después del contagio.
Existen tratamientos para esta enfermedad, aunque es muy difícil eliminar totalmente la infección del organismo. Suele responder bien al aciclovir tópico. En caso de recidivas muy frecuentes se usa aciclovir o valaciclovir vía oral. Es importante así mismo el.
TRATAMIENTO PROFILÁCTICO
Es importante, sobre todo, para evitar el contagio a otras personas: mantener la zona afectada limpia y no tocar o tocar lo menos posible las lesiones; lavarse muy bien las manos antes y después del contacto con las lesiones; en caso de herpes genital, evitar el contacto sexual desde la aparición de los primeros síntomas hasta la cura total de las lesiones dérmicas; en caso de herpes labial evitar contacto directo con otras personas (beso) o indirecto (vasos, cubiertos) hasta la total desaparición de las lesiones.
En el caso del herpes zoster la causa es una reactivación del virus latente de la varicela-zóster, que afecta a los nervios periféricos y a la piel, donde puede producir pequeñas ampollas dolorosas agrupadas a lo largo de un dermatoma, que es la zona de la piel cuya sensibilidad es recogida por un nervio determinado. Es una patología universal, más común entre personas con edades avanzadas o con alteraciones de su sistema inmune.
La principal secuela que puede aparecer tras la desaparición de los signos cutáneos es la neuralgia posherpética, que consiste en una sensación dolorosa crónica en el dermatoma afectado y que puede durar desde varias semanas hasta aproximadamente un año. Suele responder bien al tratamiento con analgésicos y antivirales (aciclovir).