Prueba de la Honda CBR 600RR

Honda se había quedado un poco atrás con sus modelos supersport e hypersport en los últimos años. Con un enfoque en la comodidad y la facilidad de manejo, la competencia fue una historia diferente. La competencia fue despiadada. No había compromiso, sólo la carrera por los milisegundos motivaba a los diseñadores de máquinas cada vez más radicales. Afilados, precisos y llenos de potencia, estaban tan hechos para la pista que habían conseguido marcar la diferencia. ¿Aceptaría la marca alada esta afrenta? Esa es la manera equivocada de verlo.

Para empezar la temporada con buen pie, nada como un viaje directo al concesionario de motos de ocasión Granada Crestanevada. La bienvenida sigue siendo tan bondadosa como siempre. Ni siquiera hay tiempo para preguntar si podemos probar la nueva añada de superdeportivos de 2007 cuando ya nos entrega las llaves de la última 600RR, acompañada de una amplia sonrisa, haciendo que nuestros ojos brillen. Sin tiempo que perder, nos ponemos los cascos y nos apresuramos a las catas.

Calmémonos, aunque la idea de hacer rugir este nuevo motor nos dé hormigas en la mano derecha, procedamos primero a la inspección habitual. El bello esquema de colores rojo y negro, típico del modelo, se asienta sobre un nuevo carenado que subraya la agresiva línea de la RR. Además, este modelo se beneficia de algunos accesorios, como los intermitentes delanteros perfectamente integrados. El aspecto general de la 600RR se mantiene con el escape todavía escondido bajo el asiento. Como resultado, tendrás que encontrar una forma alternativa de guardar tu cerradura y tu ropa de lluvia, porque todavía no hay espacio de almacenamiento bajo el asiento del pasajero. Lo que más llama la atención a primera vista es el lavado de cara. 155 kg de peso en seco, 14 kg menos que la versión anterior, que ya no era muy pesada. Probé la versión de 2003 y ya me pareció ágil como una moto, ¿cómo será esta vez? Esto fue posible gracias a un nuevo chasis más estrecho y un motor más compacto.

De todos modos, se ha revisado todo el chasis. El basculante se ha alargado 5 mm. La nueva horquilla de 41 mm es ahora de tipo cartucho. El amortiguador trasero está ahora integrado en el basculante. Los frenos siguen siendo radiales de 310 mm y 4 pistones.

La cabeza de la horquilla ha sido completamente rediseñada, con una toma de aire forzada que recuerda a la de la VTR SP2, conectada directamente al airbox. Los faros a ambos lados de la horquilla dan a la moto un aspecto afilado y enfocado a la pista. El motor también ha sido rediseñado para una mayor disponibilidad de par a medio régimen, gracias a un sistema de combustible que activa un segundo inyector por cilindro. Más ligero en 2 kg, desarrolla 2 CV más que su predecesor y también ofrece una ganancia de par de 0,1 N.m. Pero eso es todo sobre el papel. Tendrás que probarlo para saber si es real o no.

Para ahorrar peso, el carenado general es mucho más pequeño que el del modelo anterior. Los laterales están calados para ocultar lo mínimo, rozando el exhibicionismo y la exposición indecente. Mientras que antes, una sublime luz LED estaba perfectamente integrada en la carcasa trasera, justo por encima de la olla, esto ya no es el caso del modelo 2007. Ahora, con una trasera estilizada, el silenciador lame la parte superior, y una luz muy tradicional aparece debajo, llevada por el guardabarros. Una decisión de los diseñadores que sigue siendo difícil de explicar.

Mi primera impresión tras subirme al asiento fue que era menos compacto que el anterior. Las cifras me contradicen, ya que la distancia total entre ejes se ha acortado, pero no puedo evitar la sensación. El modelo de 2003 me dio la impresión de tener las muñecas pegadas al cuerpo, muy inclinadas hacia delante, y la cabeza casi por encima de la rueda delantera. Aquí, no es nada de eso. Es puro Honda. Los mandos caen justo debajo de mis manos, mis piernas se alojan contra los lados de la moto y su cintura de avispa. El depósito es muy delgado, lo que promete una muy buena sensación al cambiar de curva. Mi preconcepto es que, una vez más, Honda ha optado por la comodidad frente a las prestaciones, y me gusta porque me siento muy cómodo en ella.