Mascarillas faciales

La piel del rostro necesita distintos activos que se van perdiendo con el paso del tiempo. Esta pérdida progresiva de elementos vitales para nuestra piel forma parte del proceso de envejecimiento cutáneo.

Los factores de tipo hereditario junto con los de naturaleza hormonal, ambiental o psíquica como el estrés se manifiestan a través de pequeños avisos como la sequedad de la piel, la pérdida de elasticidad, manchas, granitos, etc.

Con el paso de los años, la piel se vuelve seca, escamosa y rugosa al tacto generando sensaciones inconfortables de tirantez. Esta sequedad se relaciona con distintos factores como la falta de hidratación y un empobrecimiento de lípidos epidérmicos como de ácidos grasos esenciales, puntualizan desde la clínica de cirugía estética Granada.

Estas carencias, deben ser aportadas por la alimentación y altas dosis de hidratación. Por ejemplo, los ácidos omega 6 (ácido linoleico) y omega 3 (ácido alfa linoleico) están presentes en el pescado azul y en los frutos secos entre otros alimentos que actúan sobre la calidad de la piel.

La carencia de estos lípidos como la pérdida progresiva de hidratación se traduce en una ruptura de la barrera cutánea provocando una sequedad progresiva de la piel del rostro. Además, con la edad, la pérdida de elasticidad se hace cada vez más evidente disminuyendo las reservas de agua y de las fibras de colágeno y elastina.

A estos factores, podemos añadir el efecto que tienen sobre la piel las agresiones de los rayos solares y la contaminación medioambiental que acentúan provocando la falta de armonía del rostro.

Por ello, ciertas zonas de tu rostro como el contorno de los ojos, la frente, el mentón y los labios deben recibir especiales cuidados diariamente para que tu rostro luzca armónico y luminoso. Y la mejor manera es combatir los efectos negativos que tanto factores internos (estrés, desequilibrios hormonales) como los externos (el sol y la contaminación) pudieran dañarlo de manera irreversible.

Para aportar mayores dosis de hidratación y bienestar a tu piel, te proponemos utilizar una mascarilla varias veces a la semana. Se trata de un ritual muy recomendable y de fácil aplicación. Puedes llevarlo a cabo con la piel limpia antes de irte a dormir para que todos sus activos penetren mejor en tu piel. Estas son nuestras mejores propuestas:

•  Renewing Mask de Juvena. Esta mascarilla, que pertenece a la línea Juvedical de tratamiento facial y corporal va dirigida especialmente a todas aquellas pieles que padecen un alto nivel de estrés o irritación.

Su textura en gel hace que esta mascarilla pueda utilizarse si la piel necesita un cuidado especial o se halla en un estado de desequilibrio producido por el exceso de sol, por intervenciones de cirugía plástica, el estrés o condiciones climáticas extremas que provoquen su irritación y enrojecimiento.

Indicada para todo tipo de pieles, es ideal para hidratar y regenerar a diario todo tu rostro. Como novedad, puede aplicarse también en el contorno de ojos y en el cuello, una de nuestras zonas más olvidadas y que también necesita grandes dosis de hidratación.

Para lograr un efecto de piel más descansada, también puedes aplicar el sérum renovador de la misma línea de productos.

•  Mascarilla Nutri-Intensiva de Galénic para pieles secas o muy secas. Rica en ácidos grasos esenciales y aceite de argán, dotado de propiedades antienvejecimiento y regenerantes.

Los activos de esta mascarilla nutritiva calman y nutren especialmente las pieles más deshidratadas alisando las pequeñas líneas de expresión y devolviendo a la piel mayor elasticidad y suavidad.

•  Intensive Plumping Lip Mask de Too Faced. Mascarilla para nutrir y aportar volumen a tus labios. Contiene agentes hidratantes nutritivos como las vitaminas A y E de acción anti-edad y rejuvenece el contorno de los labios gracias a sus propiedades exfoliantes. Se puede dejar actuar de 3 a 5 minutos y retirar con una toallita húmeda.